Si todavía existen lugares remotos y alejados del turismo en este mundo, la isla de Wajag es uno de ellos.
Situada al noroeste de Raja Ampat, está mucho más alejada del circuito turístico que Pyainemo, por lo que apenas llegan unos pocos grupos aislados. Además, necesitas varios días para llegar hasta allí. Nosotros la visitamos como parte de un crucero de 10 días por Raja Ampat.
Nosotros hicimos dos subidas a lo alto de dos karst (los islotes típicos de Raja Ampat). El primero de ellos fue el Puncak Pindito (Pico de Pindito), según nos dijo nuestro capitán Roli. Paramos con la barca a motor en una playa y nos adentramos en la selva por una senda estrecha que poco a poco empezó a confundirse con la misma roca, con zonas muy empinadas donde nos agarrábamos directamente a los árboles y raíces para subir. La piedra estaba muy húmeda y resbaladiza, por lo que es muy recomendable llevarse guantes. La subida fue corta de unos 20 o 30 minutos, pero dura debido al calor y al fuerte desnivel. Llegamos a lo alto completamente empapados de sudor.
Pero la dureza de la subida tuvo su una maravillosa recompensa… quizá uno de los mejores paisajes que se pueden ver, con miles de karst llenos de vegetación alrededor, sobre las aguas turquesas formando lagos interiores en la isla de Wajag. Parecida a las vistas de Pyainemo, pero a lo grande, con más aventura, sin escaleras y sin apenas turistas.
En estos momentos uno se siente muy pequeño. Te das cuenta de todo lo grande que es el mundo y todo lo que queda por recorrer. Te sientes explorador por unos minutos, como si fueras el primero en llegar a aquel lugar y ver esos paisajes. Empiezas a soñar hasta que un compañero te despierta y te dice que es el momento de volver a bajar…
La bajada como siempre fue más dura que la subida. Agarrándonos como podíamos a las rocas y bajando casi de culo. Hasta llegar de nuevo donde dejamos la barca y nos tiramos directamente al agua para refrescarnos del calor.
Al día siguiente subimos a un nuevo karst que Roli lo llamó Puncat Pindito 2… no se si se lo inventó en ese momento…. Esta vez nos acercamos con la barca, pero tuvimos que saltar directamente a la misma roca. Nada de playitas o senderos donde poner los pies…. La subida fue mucho más dura que la del día anterior. Todo era una roca empinada y solo nos podíamos agarrar a una cuerda que nos hacía de guía. También duró unos 30 minutos, pero al subir nos encontramos con un paisaje tan espectacular como el del día anterior.
Para mi Wajag un lugar imprescindible al que visitar en Raja Ampat. Un lugar remoto donde a parte de los trekkings también puedes practicar snorkel en lugares inmejorables o nadar entre tiburones en una de sus playas.
